Nos alegra compartir nuestra participación en el suplemento Tarapacá
Región Sostenible del diario La Estrella de Iquique, donde se reconoce
el trabajo colaborativo que desarrollamos en el #SalarDeHuasco,

El Núcleo Milenio AndesPeat es un centro de investigación científica financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que tiene como objetivo comprender, conservar y valorar los bofedales andinos: humedales de altura esenciales para la vida en el altiplano. Estos ecosistemas cumplen funciones ecológicas críticas como el almacenamiento de agua, la regulación del clima y la provisión de forraje para la ganadería. Pero también son territorios cargados de significado cultural y espiritual para las comunidades indígenas que los habitan y cuidan.

El proyecto AndesPeat trabaja de manera interdisciplinaria, integrando ciencias sociales y naturales, con líneas de investigación en conocimiento ecológico tradicional y clima, formas de conocimiento, observación satelital y gobernanza. Nuestro objetivo es contribuir a políticas públicas más justas y eficaces para la conservación de estos ecosistemas clave.

En la región de Tarapacá, AndesPeat desarrolla una investigación activa en el Parque Nacional del Salar del Huasco, como parte del convenio de colaboración con la Asociación Indígena Aymara Laguna del Huasco y la Corporación Norte Grande. Este trabajo se inscribe además en nuestro trabajo junto a la Mesa de Humedales Altoandinos de Tarapacá, espacio regional clave para la gestión colaborativa de estos ecosistemas.

Los bofedales del Huasco, como muchos otros en el norte de Chile, enfrentan amenazas potenciales: cambio climático, extracción de agua y contaminación, entre otras. Para protegerlos, es vital profundizar en el conocimiento de su ecología, pero también reconocer el valor de las prácticas tradicionales de manejo y restauración que las comunidades han desarrollado por generaciones.

En el Salar del Huasco, nuestro equipo, a través de la línea Formas de Conocimiento, está implementando una serie de acciones para documentar saberes útiles y aplicables. Se han levantado historias de vida con ganaderos y ganaderas para evidenciar prácticas tradicionales de manejo de bofedales y ganadería camélida. La línea de observación de la Tierra está utilizando imágenes satelitales para monitorear los cambios en la salud de la vegetación y detectar anomalías de la misma. La línea de clima está realizando un diagnóstico climático del área, evaluando los impactos del cambio climático sobre la disponibilidad hídrica y la conservación de los humedales. A esto se suma una guía florística digital que documentará la biodiversidad vegetal del bofedal y sus alrededores.

En cuanto a la línea de Gobernanza, se está elaborando un documento que permitirá responder a la pregunta: ¿Qué tipo de actividades pueden desarrollarse en el Salar del Huasco de acuerdo con sus categorías de protección actuales, considerando las disposiciones establecidas por la nueva Ley SBAP?

Este trabajo busca reconocer el conocimiento local como parte del saber científico, y fortalecer el rol de las comunidades en la gestión y protección de su territorio. Porque cuidar los bofedales es también cuidar la memoria, el agua y la vida del altiplano.

📍 ¿Dónde está el Salar del Huasco?
El Salar del Huasco se encuentra a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar, en plena precordillera de la Región de Tarapacá, dentro del Parque Nacional del mismo nombre. Abarca una superficie de más de 6.000 hectáreas y es parte de la red de sitios Ramsar por su importancia ecológica. Alberga lagunas, bofedales y salares donde habitan flamencos, taguas, vicuñas, zorros y una gran variedad de aves altoandinas.

El altiplano no es un desierto vacío, es un territorio vivo. Tu visita puede ser una oportunidad para cuidar y aprender.

Turismo responsable en el Parque Nacional Salar del Huasco: visita con respeto

El Salar del Huasco, ubicado en el corazón del Parque Nacional del mismo nombre, es un ecosistema frágil y único. Hogar de flamencos, vicuñas y otras especies altoandinas, este paisaje es también un sitio sagrado para las comunidades indígenas de la zona. Si visitas este lugar, ¡hazlo con respeto y conciencia!

 Aquí algunos consejos para un turismo responsable:

  • No te acerques a la fauna: Los flamencos y otras aves son especialmente sensibles a la presencia humana. Si los haces volar, interrumpes su alimentación y reproducción.
  • No ingreses al salar ni a los bofedales: Son zonas vulnerables. El paso de vehículos o personas puede dejar huellas permanentes en el ecosistema.
  • No lleves perros ni otras mascotas: Pueden alterar la fauna silvestre, transmitir enfermedades y generar estrés en los animales nativos.
  • No dejes basura ni restos orgánicos: Llévate todo contigo. Incluso los residuos “naturales” pueden alterar el delicado equilibrio del lugar.
  • Utiliza solo senderos autorizados y respeta la señalética del parque.
  • Consulta a guías locales: Apoya el turismo comunitario y aprende directamente de quienes conocen y cuidan el territorio.